Cada vez más familias se protegen a sí mismos y a sus casas con un seguro de hogar. Pero, son muchos los que adquieren seguros que no se adaptan a sus necesidades y claro, cuándo es necesario apelar al seguro vienen las sorpresas desagradables. Sabiendo esto, lo primero que deberías hacer es informarte bien y conocer correctamente los conceptos relacionados con los seguros de hogar, como son el sobreseguro y el infraseguro. Si tras leer este artículo crees que puedes estar en alguna de estas situaciones, no dudes en contactar con nosotros y te asesoraremos de forma totalmente personalizada.
Para entender estos conceptos, primero hay que conocer el concepto de suma asegurada. Esto es, básicamente, el capital que vamos a asegurar. Por tanto, se produce sobreseguro cuando este capital es superior al valor del interés asegurado e infraseguro cuando dicho capital sea inferior. Por lo que, si tenemos un sobreseguro pagaremos más de lo que deberíamos porque los bienes suscritos en la póliza valen menos de dicha cantidad; y cabe destacar que esto es «ilegal».
Resumiendo mucho:
Como ya sabemos, se produce una situación de sobreseguro cuando el capital asegurado es mayor que el valor que realmente tienen los bienes para los que se ha suscrito dicha póliza.
El asegurado que esté, o haya estado, en esta situación sale perjudicado ya que durante el tiempo que ha estado sobreasegurado ha estado pagando una prima superior a la que le correspondía para el bien que estaba protegiendo. Además, en caso de siniestro, la compañía indemnizará «el daño efectivamente causado», tal y como recoge la Ley del Contrato del Seguro.
Si se diera el caso en el que haya más de una póliza protegiendo lo mismo también hablaríamos de una forma de sobreseguro. Esto habría que ser comunicado a las diferentes aseguradoras ya que, de lo contrario, no estarán obligadas a otorgar una indemnización.
¿Cómo actuar ante esta situación?
Si se produce una situación de sobreseguro, tanto el asegurador como el asegurado pueden exigir que se lleve a cabo una disminución tanto de la prima como de la suma asegurada. Además, el cliente podrá pedir a la compañía que le devuelva el exceso de las primas que ha percibido de su parte debido al sobreaseguramiento.
Pero una vez se ha producido el siniestro y las aseguradoras han sido informadas éstas deberán indemnizar en función de la suma de asegurada real. Eso sí, sin que pueda superarse la cuantía del daño. Si se da el caso de que alguna de las compañías ha pagado más de lo que proporcionalmente le correspondía podrá «repetir contra el resto de los aseguradores», es decir, que podrá exigir que le devuelvan la cuantía que no le correspondía pagar.
El caso del infraseguro es totalmente opuesto al del sobreseguro. Esta situación consiste en que el valor de la suma asegurada es inferior al valor real del bien que se protege. Es decir, estaríamos pagando una cantidad menor de la que deberíamos, ya que habríamos asegurado un capital más bajo del valor real de nuestros bienes.
Hay que tener en cuenta que cuando se asegura una vivienda, en la póliza no solo se fija el valor de la vivienda en sí, sino que también las cosas que hay dentro (aquí entran el concepto de continente y contenido que os explicaremos en otro momento).
Esto se verá reflejado cuando en caso de siniestro en el hogar, el asegurado se vea envuelto en una sorpresa muy desagradable ya que, en caso de que el coste de los daños sea muy elevado, el seguro solo pagará una parte en proporción al capital asegurado debido a estar infraasegurado. Esto nos lleva a la «Regla de la proporcionalidad”.
Pondremos un ejemplo para entenderlo mejor: Si según tu seguro has valorado toda la ropa que tienes en tu casa en 500€; pero resulta que guardas un vestido exclusivo de la familia que vale 3000€. Podríamos decir que le has puesto un valor de 500€ a toda tu ropa cuando su valor real es de 3500€; es decir, has puesto un valor de solo la séptima parte.
Entonces llega un día en el que entran en tu casa y se llevan toda tu ropa. Entonces, al reclamar al seguro, les informas de que se han llevado el vestido de tu familia, el de los 3.000€, y nada más. En ese momento tu aseguradora aplicará la siguiente fórmula:
Suma asegurada x Daños sufridos / Valor de los bienes (real)
Es decir, ahora que sabemos que usted declaró un valor siete veces más pequeño que el real, lo que le vamos a pagar es la séptima parte del daño que se le ha producido. Esto es, te pagarán 3.000/7 = 428 euros con 57 céntimos. Porque ésa es la parte del vestido que tú tenías asegurada.
La base de la regla de proporcionalidad es obvia. Si la aseguradora hubiera conocido los valores reales, obviamente habría cobrado un precio diferente.
Por esta razón, es muy recomendable hacer las cosas bien. Muchas aseguradoras ofrecen calculadoras y herramientas para afinar en la valoración de los capitales asegurados del hogar. Y no te olvides que si algún día entra en tu casa algo de un valor especialmente elevado, debes informarlo. Así te evitarás infrasustos.